"Cuando era pequeño quería ser marino. Me sentía fascinado por la magnífica virilidad de aquellos hombres que surcaban los siete mares a bordo de sus navíos ...
Sin embargo, alguien me contó que en aquellos tiempos los capitanes debían seguir el mismo destino que sus barcos en caso de naufragio. Y puesto que no me parece en absoluto agradable la idea de morir ahogado, tragando litros y litros de agua marina, sustituí el navío por la estrecha mesilla de dibujo en la que he terminado trabajando. Eso sí, como los marinos, yo sufro también con la entrega de cada semana como si me estuviera ahogando en las profundidades de un mar oscuro ..."
Y no se quedó ahí la cosa, tras el éxito de su manga Saint Seiya (Los Caballeros del Zodiaco aquí) durante la saga de las casas de los Caballeros de Oro, estaba claro que la cosa no podría quedar ahí. Kurumada decidió adentrarse en lo mas profundo de los océanos e, inspirándose en el Dios del mar Poseidón, llevaría a este lugar su siguiente gran historia.
Primero de todo disfrutamos de una historia corta, inédita en televisión (o mas bien reconvertida) que sirve de enlace entre las dos grandes historias mencionadas (o capítulos).
El protagonista de esta historia es Hyoga que, en su tierra natal, tiene que enfrentarse a los Guerreros Azules los cuales, al mando de Alexer, derroca a su padre, monarca de Sinigrado, y pretende conquistar las tierras del sur en busca del preciado sol que tanto anhelan estas tierras heladas. ¿Os suena esta premisa?.
Es en la que se basó el OVA sobre Asgard que después se convirtión en una de las grandes sagas en la serie televisiva que pudimos disfrutar en España.
En ella la regente de Asgard (Ilda de Polaris) quedaba poseida por un ente misterioso y transformaba la paz de su país en guerra contra el resto del mundo llevando a cabo sus amenazas de derretir sus tierras heladas (que se mantenían así gracias a sus rezos a Odín) y destruir todo a su paso.
Como no, Atenea se ofrece a sacrificarse por dar tiempo a sus caballeros para derrotar esta nueva amenaza. Esta parte de la serie fué toda una revolución, tras unos caballeros de oro basados en los signos zodiacales y bastante arquetípicos, nos encontrabamos antes unos nuevos enemigos con armaduras variopintas, nombradas cada una con una letra griega, y basadas en seres mitológicos increibles. La saga rebosa frescura y un misterio que nos acompaña hasta el final donde Seiya (quién sino) consigue lo imposible. Sin embargo nada de esto se llevó al manga del que hablamos hoy. Todo fué un producto exclusivamente animado.
El que se ocultaba tras la traición y maldad de Ilda de Polaris (en la versión animada recordemos), no es otro que el Dios marino Poseidón, que despierta al mundo tras cientos de años encerrado por la diosa Atenea.
La saga comienza con una fiesta de cumpleaños que da el joven heredero magnate del comercio Naval, Julián Solo, en su mansión, a la que acude Saori (reencarnación de Atenea), todo parece bastante normal hasta que Julián, tras la fiesta, es arrancado de su casa y enviado a las produndidades del Océano, allí es reconocido y coronado como la nueva encarnación de Poseidón en la tierra.
Y, sin mas dilación, el Dios del mal se dispone a trabajar, la gente de la superficie ha agraviado contra la paz y la tranquilidad de los mares y debe pagar por ello, además el Dios del mar clama Venganza. Grandes tempestades y la crecida de los océanos comienza a devastar la tierra matando a miles. Poseidón, por medio de Tetis, la sirena, manda a buscar a Atenea y esta se presenta ante él buscando una explicación a lo que está pasando, ante su sorpresa descubre quién es Poseidón.
Lamentablemente, nuestros héroes, Seiya y compañía se encuentran en un hospital en estado de coma tras su último combate en las casas de oro (recordemos que en el manga no ha sucedido nada de lo referente a la saga de Asgard) y es Tauro quien planta cara a los generales que Poseidón ha enviado a la superficie, este es vencido no sin oponer una gran pero inutil resistencia.
Las cosas se siguen poniendo feas y, sorprendentemente (o no, mas bien lo esperabamos), Seiya, Siryu, Sun y Hyoga, tras proteger al viejo maestro de los 5 picos de los caballeros de las escamas, se presentan en las mismas puertas del templo del señor de los mares, para luchar por la ahora retenida Diosa Atenea, que al oponerse a Solo queda encerrada en el pilar central que sustenta su templo subacuático. Kiki, siempre presente en la saga les acompaña y les ha traido sus armaduras, reparadas (aunque parecía imposible), por el Caballero de Oro de Aries gracias a la sangre de los caballeros de Oro, debido a ello han cambiado y mejorado tanto su resistencia como su durabilidad, (¿servirá esto de algo para que no queden destrozadas de nuevo? ... no creo ...). Los Caballeros de Oro tiene prohibida, por el viejo maestro, su participación en esta lucha, las razones se nos darán en la siguiente saga.
Para rescatar a Atenea nuestros caballeros de bronce tendrán que destruir los 7 pilares que sustentan los 7 océanos existentes, para así poder dañar el pilar central donde por poco tiempo seguirá viva la Diosa que han jurado proteger, ante la inundación inminente del mismo. La misión no pinta fácil ya que cada uno de los pilares está protegido por uno de los poderosos generales de Poseidón y, además, son casi indestructibles, dichos caballeros embutidos en sus armaduras de escamas doradas, poseen poderes y habilidades muy superiores a las de los caballeros del Santuario griego.
Los combates son interesantes, novedosos y espectaculares, los Generales marinos son duros de pelar: Bian, del Hipocampo que guarda el primero de los pilares; Io de Scylla, alberga una trágica historia bajo el velo de su leyenda; Krishna de Chrysaor, fiel creyente de su causa dudará ante la implacable resistencia de Shiryu; Kasa de Limnades, metamorfo manipulador hará sufrir a nuestros héroes; Isaac de Kraken, el pasado de Hyoga al descubierto y su mas terrible secreto; Sorrento de Siren, el mas cabal de los Generales y quizá el mas temible, y por último Dragon de los Mares, instigador de toda la revuelta, se encuentra a la sombra de la resurrección de Poseidón, es un antiguo conocido de nuestros héroes ... o quizá no.
El final corre a cargo de Shiryu, Hyoga y Seiya vistiendo armaduras de oro, prestadas (Libra, Acuario y Sagitario respectivamente) luchando contra el Dios, por supuesto acaba apareción Ikki (Fénix) en el momento mas decisivo ... este final difiere, aunque solo en detalles, bastante del de la serie animada, teniendo bastante mas consistencia e incluso explicando mas como ha llegado a suceder todo, sin escenas inútiles ni demasiados cabos sueltos.
Todo esto en 5 tomos de la editorial Glénat de 192 páginas cada uno a 7,20 € cada uno, publicados en España allá por el 2002.
Lectura: Imprescindible.
Masami Kurumada, semanario "Shônen Jump, 1988
Y no se quedó ahí la cosa, tras el éxito de su manga Saint Seiya (Los Caballeros del Zodiaco aquí) durante la saga de las casas de los Caballeros de Oro, estaba claro que la cosa no podría quedar ahí. Kurumada decidió adentrarse en lo mas profundo de los océanos e, inspirándose en el Dios del mar Poseidón, llevaría a este lugar su siguiente gran historia.
Primero de todo disfrutamos de una historia corta, inédita en televisión (o mas bien reconvertida) que sirve de enlace entre las dos grandes historias mencionadas (o capítulos).
El protagonista de esta historia es Hyoga que, en su tierra natal, tiene que enfrentarse a los Guerreros Azules los cuales, al mando de Alexer, derroca a su padre, monarca de Sinigrado, y pretende conquistar las tierras del sur en busca del preciado sol que tanto anhelan estas tierras heladas. ¿Os suena esta premisa?.
Es en la que se basó el OVA sobre Asgard que después se convirtión en una de las grandes sagas en la serie televisiva que pudimos disfrutar en España.
En ella la regente de Asgard (Ilda de Polaris) quedaba poseida por un ente misterioso y transformaba la paz de su país en guerra contra el resto del mundo llevando a cabo sus amenazas de derretir sus tierras heladas (que se mantenían así gracias a sus rezos a Odín) y destruir todo a su paso.
Como no, Atenea se ofrece a sacrificarse por dar tiempo a sus caballeros para derrotar esta nueva amenaza. Esta parte de la serie fué toda una revolución, tras unos caballeros de oro basados en los signos zodiacales y bastante arquetípicos, nos encontrabamos antes unos nuevos enemigos con armaduras variopintas, nombradas cada una con una letra griega, y basadas en seres mitológicos increibles. La saga rebosa frescura y un misterio que nos acompaña hasta el final donde Seiya (quién sino) consigue lo imposible. Sin embargo nada de esto se llevó al manga del que hablamos hoy. Todo fué un producto exclusivamente animado.
El que se ocultaba tras la traición y maldad de Ilda de Polaris (en la versión animada recordemos), no es otro que el Dios marino Poseidón, que despierta al mundo tras cientos de años encerrado por la diosa Atenea.
La saga comienza con una fiesta de cumpleaños que da el joven heredero magnate del comercio Naval, Julián Solo, en su mansión, a la que acude Saori (reencarnación de Atenea), todo parece bastante normal hasta que Julián, tras la fiesta, es arrancado de su casa y enviado a las produndidades del Océano, allí es reconocido y coronado como la nueva encarnación de Poseidón en la tierra.
Y, sin mas dilación, el Dios del mal se dispone a trabajar, la gente de la superficie ha agraviado contra la paz y la tranquilidad de los mares y debe pagar por ello, además el Dios del mar clama Venganza. Grandes tempestades y la crecida de los océanos comienza a devastar la tierra matando a miles. Poseidón, por medio de Tetis, la sirena, manda a buscar a Atenea y esta se presenta ante él buscando una explicación a lo que está pasando, ante su sorpresa descubre quién es Poseidón.
Lamentablemente, nuestros héroes, Seiya y compañía se encuentran en un hospital en estado de coma tras su último combate en las casas de oro (recordemos que en el manga no ha sucedido nada de lo referente a la saga de Asgard) y es Tauro quien planta cara a los generales que Poseidón ha enviado a la superficie, este es vencido no sin oponer una gran pero inutil resistencia.
Las cosas se siguen poniendo feas y, sorprendentemente (o no, mas bien lo esperabamos), Seiya, Siryu, Sun y Hyoga, tras proteger al viejo maestro de los 5 picos de los caballeros de las escamas, se presentan en las mismas puertas del templo del señor de los mares, para luchar por la ahora retenida Diosa Atenea, que al oponerse a Solo queda encerrada en el pilar central que sustenta su templo subacuático. Kiki, siempre presente en la saga les acompaña y les ha traido sus armaduras, reparadas (aunque parecía imposible), por el Caballero de Oro de Aries gracias a la sangre de los caballeros de Oro, debido a ello han cambiado y mejorado tanto su resistencia como su durabilidad, (¿servirá esto de algo para que no queden destrozadas de nuevo? ... no creo ...). Los Caballeros de Oro tiene prohibida, por el viejo maestro, su participación en esta lucha, las razones se nos darán en la siguiente saga.
Para rescatar a Atenea nuestros caballeros de bronce tendrán que destruir los 7 pilares que sustentan los 7 océanos existentes, para así poder dañar el pilar central donde por poco tiempo seguirá viva la Diosa que han jurado proteger, ante la inundación inminente del mismo. La misión no pinta fácil ya que cada uno de los pilares está protegido por uno de los poderosos generales de Poseidón y, además, son casi indestructibles, dichos caballeros embutidos en sus armaduras de escamas doradas, poseen poderes y habilidades muy superiores a las de los caballeros del Santuario griego.
Los combates son interesantes, novedosos y espectaculares, los Generales marinos son duros de pelar: Bian, del Hipocampo que guarda el primero de los pilares; Io de Scylla, alberga una trágica historia bajo el velo de su leyenda; Krishna de Chrysaor, fiel creyente de su causa dudará ante la implacable resistencia de Shiryu; Kasa de Limnades, metamorfo manipulador hará sufrir a nuestros héroes; Isaac de Kraken, el pasado de Hyoga al descubierto y su mas terrible secreto; Sorrento de Siren, el mas cabal de los Generales y quizá el mas temible, y por último Dragon de los Mares, instigador de toda la revuelta, se encuentra a la sombra de la resurrección de Poseidón, es un antiguo conocido de nuestros héroes ... o quizá no.
El final corre a cargo de Shiryu, Hyoga y Seiya vistiendo armaduras de oro, prestadas (Libra, Acuario y Sagitario respectivamente) luchando contra el Dios, por supuesto acaba apareción Ikki (Fénix) en el momento mas decisivo ... este final difiere, aunque solo en detalles, bastante del de la serie animada, teniendo bastante mas consistencia e incluso explicando mas como ha llegado a suceder todo, sin escenas inútiles ni demasiados cabos sueltos.
Todo esto en 5 tomos de la editorial Glénat de 192 páginas cada uno a 7,20 € cada uno, publicados en España allá por el 2002.
Lectura: Imprescindible.
continuará ...
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