jueves, enero 13, 2011

El hambre en el mundo, mientras yo tenga la barriga llena, ¿que mas da?

Hoy hablando con "compañeros" de trabajo sobre las religiones, en general, unos a favor de ellas otros en contra, vamos, lo típico, ha surgido un tema que me llama especialmente la atención, la frase en concreto ha sido: "Ya se ha demostrado que aunque la iglesia vendiera sus propiedades no se acabaría el hambre en el mundo así que ¿para qué?, además todo lo que tienen es suyo porque se lo han ganado ..."

Todo esto surge de algo que leí hace un tiempo en facebook, alguien tuvo la iniciativa, coincidiendo con la polémica visita del papa a España, de abrir un grupo que se llamaba algo así como: Vendemos el Vaticano y acabamos con el hambre en África, ¿te apuntas?; esto conllevó que muchos católicos intentaran justificarse, creyendo llegar a demostrar que esto no era cierto, con frases tales como: pan para hoy, hambre para mañana; ¿que es mejor darle pescado al hambriento o enseñarle a pescar?, y patochadas similares, alegando que la Iglesia, con sus obras sociales ayudan mas que nadie ...

Está visto que este tipo de católicos tienen dos rasgos que los diferencia de los demás seres mortales: no piensan por si mismos y tienen poca memoria, o lo que es lo mismo, dejan que personajillos disfrazados de carnaval digan lo que tienen que pensar y no recuerdan el telediario de ayer, tienen una gran fe (que llega a veces a cotas de un increible autoengaño e hipocresía) y son gente por lo general egoísta (miran mas por ellos mismos y su entorno que por los demás), y lo mejor de todo es, que predican lo contrario, análogamente al tema principal de este post: Riquezas del Vaticano - Humildad y pobreza .

Personalmente pienso que las religiones sobran, en general, no solo la católica, no digo que tengan que ser erradicadas o perseguidas, pero si que no deberían existir como tales deberían evolucionar como el resto del mundo lo va haciendo, y no seguir criogenizadas en el tiempo como si este no pasara a su alrededor. Hoy en día (como ha sido siempre) la gente necesita de algo que les ayude tanto moral como fisica o economicamente, para muchos es necesario el tener algo en lo que creer o con quien reunirse pero de ningún modo alguien que se aproveche de su ignorancia, desconocimiento, buena voluntad y que le vacíe los bolsillos o vidas, eso no lo necesita nadie y para eso ya existen los gobiernos o los bancos, por ejemplo; deberían ser una vía de escape o un sitio donde desahogar sus frustraciones o penalidades.

Tengo mi modo de ver las cosas, mis creencias, mis ideas, sin embargo siempre respeto las de los demás y me parece bien que las tengan aunque sean totalmente opuestas a las mías, y siempre me gusta rebatirlas y discutirlas con la lógica posible, hay veces que hasta me he dado cuenta de que estaba equivocado en algunos aspectos y eso me ha hecho ir puliendo mas en lo que creo y en como creo que son las cosas, sin embargo he llegado a una conclusión, nunca discutas de religión con un católico, son un callejón sin salida.

Estoy divagando un poco, mi respuesta a la aseveración de mi "compañero", que no esperaba respuesta, ya que era contundente y fuera detoda duda de mi "compañero" fué algo así como "hombree, está claro que no acabaría con el hambre en el mundo pero ayudaría a mucha gente", lo que conllevó una respuesta de desprecio: "naaaaa, para eso no merece la pena", y ese es el problema de la gente, lo quieren todo o nada, las personas son ganado, números, ¿por qué predican algo en lo que no creen?, ¿no son importantes los individuos, solo las masas sociales?, las cosas tienen que ser construidas en un orden y no solo por un individuo eso está claro, para construir una casa hace falta un arquitecto, el que fabrica los materiales, el albañil, el electricista, el fontanero, etc, etc ... y con gente que comparta formas de pensar como esta no hay nada que hacer y es por lo que andamos como andamos, en todo escalafón del sistema hay gente de este tipo, por mucha democracia que tengamos, a quienes elegimos para representarnos, que son estos elementos de construcción, los elegiremos con este tipo de mentalidades en cierto porcentaje, mayor o menor, pero siempre existente.

O es que ¿si mañana se abrieran las urnas para votar si donamos cincuenta millones de euros de nuestros impuestos para que se erradicara el hambre en un pueblo de África de una manera eficiente, real y demostrable no saldría el si?, yo quiero pensar que así sería, lo cierto es que visto lo visto hoy en día la gente no cree en nadie, prefiere creer en algo que no han visto, que no comparte nuestros problemas ni nuestras necesidades y que no podemos tocar antes de en el que tenemos enfrente, del que tendemos a desconfiar y envidiar.

2 comentarios:

Trepamuros dijo...

Buf. Yo resumiría a la iglesia católica y sus creyentes (y estoy generalizando, lo cual tampoco me quita razón) con un ejemplo que ví con mis propios ojos hace unos meses.

Mi pareja y yo tenemos unos amigos que perdieron a un ser querido, la última víctima de la violencia de género de la isla. En la misa de la chica, pagada por sus afectados familiares, unas urracas a sueld... perdón, creyentes devotas, se dedicaron a pasar el cepillo por las narices de todos los asistentes, incluídos los familiares de la fallecida. Creo que no hace falta decir nada más.

Yo la iglesia sólo la piso en eventos puntuales, como desgraciadamente el último caso. De resto mi presencia en un templo de supuesto culto a dios está totalmente injustificado.

Dolores Latorre dijo...

El problema de las religiones es que la gente, sin cuestionarse las cosas, se aferra a ideas irracionales, costumbres perniciosas o prácticas bárbaras. Como nunca se han planteado sus dogmas de fe, les ofende profundamente que llegue una persona y dé su opinión. Están convencidos de que los que no creen lo mismo que ellos y lo manifiestan abiertamente, son unos irrespetuosos como mínimo, pero también unos irreverentes, ignorantes, etc.

Si la iglesia Católica fuera consecuente con lo que predica, no venderían los tesoros del Vaticano a cambio de comida para el Tercer Mundo, sino que lo invertirían en empresas que dieran beneficios para los más desfavorecidos; vivirían y trabajarían sólo por y para los demás, sin disfrazarse con ropas ridículas y creerse semidioses elegidos por el mismísimo Dios para que el resto de los pobres mortales les obedezcamos ciegamente y nos arrodillemos y besemos sus pies, siguiendo sus ridículos rituales y sintiéndonos culpables y pecadores por los siglos de los siglos (amén).