sábado, enero 29, 2011

Así vamos ...

Las cosas siguen con su evolución y ésta no tiene que ver con la lógica, vivimos en un país en el que la mayoría piensa una cosa pero se hace lo que quieren unos pocos, y nos llaman democráticos ...
La famosa ley Sinde es rechazada por una mayoría apabullante un día y al otro se va a aprobar chanchulleramente y, en resumen, por cojones. Un día nos aseguran jubilaciones hasta no se que año, el otro nos suben la edad de jubilación cuando es uno de los países donde mas tarde lo hacemos, es un paso lógico dicen, ya que la esperanza de vida es mayor últimamente, eso me suena a excusa mas bién y, ¿de que nos sirve vivir mas cuando la calidad de vida es tan crítica?, jubilación especial: a los 50 una pistola y una bala y fin del problema.
Estamos en un país en el que se puede vivir bien, desarrollado, productor (no al nivel de otros pero productor sin duda, aunque nosotros mismos queramos desprestigiarnos) y con gente brillante desde muchos puntos de vista (ciencia, deporte, arte ...), sin embargo desde el trabajador menos cualificado de la sociedad hasta el que mas, desde la empresa de la esquina hasta el gobierno central, estamos tremendamente desorganizados, y esa desorganización es la que nos está metiendo cada vez mas en el agujero en el que rondamos.
En este punto, alguien diría lo de que todos tenemos que poner nuestro granito de arena, ser mas conscientes de nuestro problema, apoyarnos los unos en los otros o mi frase favorita, ser optimistas ... pero esto no sirve absolutamente de nada, el problema no surge en nosotros, en los que mantenemos pagando con nuestro dinero absolutamente todo, sin trabajadores no hay dinero, y sin dinero no se mueve nada ni nadie. La culpa es del organizador, del que está arriba, del que tiene que decir, tu ponte a hacer esto y tu a hacer lo otro, sin que uno se estorbe al otro ni hagan lo mismo dos veces, sin embargo ese organizador, la mayoría de las veces cobra sin trabajar (normalmente una burrada) o se anula con otro organizador, ya que en lugar de ir por el mismo camino, cada uno va por el suyo y no precisamente hacia el mismo lugar que no tendría que ser otro que el de la sociedad de bienestar, el cual merecemos todos los que estamos ahí día a día al pié del cañón cobrando lo mínimo por lo máximo. Y es que como dice el relato que os pego a continuación, hay mucho jefe y poco remero ....
En 2004 se celebró una carrera de remo entre empleados de una empresa japonesa y de otra española. Se dio la salida y los japoneses empezaron a destacar desde el primer momento, llegando a la meta con una hora de ventaja sobre el equipo español.
La Dirección de la empresa española analizó las causas de tan amarga derrota y advirtió que el equipo japonés estaba compuesto por 10 remeros y un jefe de equipo, mientras que la tripulación española la componían 10 jefes de equipo y un remero, por lo que se decidió adoptar las medidas adecuadas.
En 2005, la tripulación japonesa llegó dos horas y media antes que la española.
La Dirección se volvió a reunir y, tras un sonoro rapapolvo a la Gerencia, concluyeron que los japoneses habían repetido estrategia (10 remeros y 1 jefe de equipo) mientras que la innovadora tripulación española, remozada tras las eficaces medidas tomadas el año anterior estaba compuesta por: 1 jefe de equipo, 2 asesores a gerencia, 7 jefes de sección y 1 remero.
La conclusión de la Dirección fue unánime: el remero es un incompetente.
En 2006, tras encargar una innovadora trainera al departamento de nuevas tecnologías, la ventaja de los japoneses fue de cuatro horas.
El Equipo Directivo reunido para analizar las causas del nuevo desastre comprobó que el equipo nipón había optado por la ya tradicional formación (1 jefe de equipo y 10 remeros), mientras que el español, tras una auditoría externa y el asesoramiento especial el departamento de organización, optó por una formación mucho más vanguardista:
* 1 jefe de equipo,
* 3 jefes de sección con plus de productividad
* 2 auditores de Arthur Andersen
* y 4 vigilantes jurados que no quitaban ojo al único remero de la tripulación, al que habían amonestado y castigado quitándole los pluses e incentivos tras el fracaso del año anterior.
Tras varias horas de reuniones, se acordó que, para la regata de 2007, el remero sea un becario o en su defecto, una contrata externa, ya que, a partir de la vigésimo quinta milla, se ha venido observando cierta dejadez en el remero de plantilla, actitud que roza el pasotismo y con comentarios del tipo:”El año que viene va a remar su puta madre” al llegar a la línea de meta.

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